jueves, 19 de mayo de 2011

La falta de sueño en niños y adolescentes

Como resultado de las demandas académicas y extracurriculares, muchos niños no duermen la cantidad que necesitan para estar alertas durante el día en la escuela. Los niños que duermen menos tienden a tener calificaciones más bajas en la escuela. Numerosos estudios han examinado los efectos de la falta de sueño en niños, pero la mayoría sólo han ajustado los patrones de sueño durante una noche.
Un nuevo estudio, publicado en la edición de diciembre de 2005 en Sleep, encontró que durante una semana de restricción del sueño, los niños mostraban un menor rendimiento académico, mayor somnolencia, y falta de atención.

Acerca del Estudio

Este estudio incluyó a 74 niños sanos, académicamente exitosos (39 varones y 35 niñas) de 6 a 12 años de edad. A los niños se les indicó que se apegaran a su horario normal de sueño durante una semana. Durante las siguientes dos semanas, los niños pasaron una semana en un horario de sueño reducido (ocho horas por noche para niños de primero y segundo grado; 6.5 horas por noche para niños mayores) y la otra semana en un horario optimizado de sueño (al menos 10 horas por noche). Cada semana, los maestros de los niños, quienes no estaban al tanto de los horarios de sueño, llenaron cuestionarios para valorar el rendimiento académico, somnolencia y nivel de atención de los niños.
Los investigadores encontraron que, en comparación con los horarios de línea basal y optimizados, el horario de sueño reducido provocó evaluaciones considerablemente más bajas de problemas académicos y evaluaciones más altas de somnolencia. Además, el horario de sueño reducido estuvo asociado con evaluaciones significativamente más bajas de atención.

¿Cómo le Afecta Esto?

Este estudio sugiere que la falta de sueño en niños puede impactar su rendimiento académico en la escuela y puede provocar problemas de atención. Estos resultados se suman a investigación previa que indica que los niños son más lentos en procesar nueva información y son más propensos a olvidar cosas cuando no duermen lo suficiente.
 A pesar de la creencia común de lo contrario, los niños no pueden"compensar" el sueño perdido durante los fines de semana, así que es importante asegurarse que los niños se apeguen a un horario adecuado y consistente toda la semana. Los niños en edad escolar necesitan entre 9 y 12 horas de sueño por noche.

Las materias mas aburridas

Por lo general, la gran población universal, por decir un porcentaje al azar: el 80% de las personas, detesta las materias que se relacionan con la física, la química, y las matemáticas, todas estas ciencias nacidas o que tienen que ver con una misma rama primaria que las une: los números. Además, estas materias son las que dan más porcentaje de jalados en las escuelas.
En algunos casos he tenido la suerte de que ciertos profesores se esmeren en sus clases y las han hecho tan entretenidas que uno no se debía preocupar por lo aburrido y hasta daba gusto aprender, no obstante ese no es el caso general y las clases de estas materias suelen ser realmente aburridas.
La gran mayoría de las veces, los profesores son quienes tienen la culpa de que ante nuestros ojos veamos un curso como sencillamente aburrido, por ejemplo, en mi experiencia tengo algunas historias al respecto, profesores con voces que adormecen, profesores con muy poca pedagogía, que piensan sabemos tanto como ellos y que vamos a la escuela a espectar y no a aprender, etc.
Estas clases son todo un reto para los estudiantes pues si se pierden y no están lo verdaderamente atentos, simplemente es mejor darse por vencido, sí, porque en estas materias no hay la posibilidad de volver a leer la clase en casa, porque si pasamos por alto algún detalle, en verdad y créanme, estamos perdidos.
En muchos países de América Latina, la situación actual de las carreras como la educación hacen que los maestros estén cada vez menos capacitados y actualizados para llevar a sus alumnos clases que estén acorde con los tiempos modernos.
Esta es sin duda, una de las explicaciones más sensatas que podemos vislumbrar en torno a la educación, que como consecuencia dan el resultado de alumnos odiando materias que podrían serle de mucha utilidad en su vida diaria, así como en su vida profesional.

Problemas de aprendizaje

Los padres cuyos niños tienen problemas académicos se sienten extremadamente preocupados y desilucionados. Los psiquiatras de niños y adolescentes saben que hay muchas causas para los fracasos académicos y que una de las más comunes son los trastornos del aprendizaje. Un niño con un trastorno del aprendizaje es por lo general un niño inteligente, quien inicialmente trata de seguir las instrucciones, de concentrarse y de tener buen comportamiento en la casa y la escuela. Sin embargo, el niño no domina las tareas escolares y comienza a rezagarse. Algunos de estos niños tienen dificultad en permanecer quietos o prestar atención. Los problemas de aprendizaje afectan a no menos de un 15% de la población escolar.
Se estima que los problemas específicos de aprendizaje son causados por una dificultad del sistema nervioso que afecta la captación, elaboración o comunicación de información. Algunos de estos niños son hiperactivos y/o distraidos con un lapso de atención corto.
Los psiquiatras de niños y adolescentes indican, que estos niños pueden ser ayudados, pero que si su condición no se detecta y se trata a tiempo, el problema puede aumentar y complicarse rápidamente. Un niño que en la escuela elemental no aprende a sumar, al llegar a la escuela superior, no podrá entender algebra. El niño que trata de aprender con gran esfuerzo se frustrará progresivamente y desarrollará problemas emocionales como una pobre autoestima, resultado de los fracasos repetidos. Algunos niños con problemas de aprendizaje pueden presentar también problemas de conducta, ya que prefieren lucir "malos" en vez de "estúpidos o brutos". Los padres deben de conocer las señales que con mayor frecuencia indican problemas de aprendizaje en el niño o adolescente.
Algunos de estos problemas pueden ser:
  1. Dificultad en atender o seguir instrucciones.
  2. Dificultad para recordar lo que se le acaba de decir.
  3. Fracasos académicos como consecuencia del poco dominio de destrezas de la lectura, escritura y/o aritmética.
  4. Dificultad en distinguir entre la derecha y la izquierda, por ejemplo, confunde 65 con 56, la "b" con la "d" o, "la" por "al" u, "on" por "no".
  5. Defectos en coordinación - cuando camina, en los deportes, en actividades manuales sencillas como sostener un lápiz, amarrarse los zapatos o hacer un lazo.
  6. Pierde o se extravían sus asignaciones, sus libros, libretas y otros materiales.
  7. No puede aprender los conceptos de tiempo; confunde "ayer", "hoy", "mañana".